El instrumental quirúrgico es caro, por esta razón para asegurar su precisión y durabilidad es fundamental restringir el uso para el que fue diseñado.

También se debe realizar una inspección, limpieza y mantenimiento meticuloso antes de su esterilización.

Limpieza y mantenimiento

Después de la cirugía todo el material se aparta y se limpia lo antes posible (en un plazo inferior a dos horas).

Introduciremos todo el material en el fregadero con las ramas abiertas o desmontado si está compuesto de varias piezas, y lo enjuagaremos con el chorro de agua fría para arrastrar los restos biológicos.

Colocaremos el tapón en el fregadero llenándolo con agua tibia (20-35 grados), sumergimos los instrumentos y añadimos un detergente suave de PH neutro o un detergente enzimático y se deja sumergido unos 5-10 minutos aproximadamente (dependiendo de las instrucciones del fabricante).

Se cepilla con delicadeza y meticulosidad cada instrumento para eliminar coágulos de sangre y restos tisulares, prestando especial atención a la limpieza de las bisagras y las mandíbulas. No se debe emplear estropajos de cocina ni cepillos metálicos.

A continuación, se procede al aclarado con agua tibia (mejor desmineralizada).

Seguidamente, se procede a secar lo mejor posible con un paño seco y suave, o mejor todavía, con aire comprimido. Si estas opciones no fueran posibles, extenderemos el material sobre una superficie plana y un empapador, con todo el instrumental articulado abierto para asegurar el correcto secado del mismo.

Inspección

Es fundamental inspeccionar el instrumental antes de esterilizarlo para detectar cualquier alteración o posible daño en las ramas, bisagras y cremallera de cierre.

Esterilización

El empaquetado es una fase importante durante la preparación del material antes de la cirugía, ya que debe asegurar que el agente esterilizante pueda penetrar en el interior del paquete, y garantizar su protección durante el transporte y el almacenamiento.

Existen diferentes tipos de empaquetados en función del material o instrumental quirúrgico que se va a esterilizar: Tela tejida, tela no tejida, papel, contenedores rígidos y bolsas para empaquetado en este caso con envoltorio doble. Al igual que existen distintos tipos de sellado, con calor o con cinta, comprobando en este último caso el éxito de la esterilización al visualizar el cambio de color de la cinta. Otro aspecto importante es la correcta identificación de cada paquete para que se pueda conocer el contenido del mismo.

En el caso de objetos punzantes se deben proteger para evitar que rompan el envoltorio y se pierda la esterilidad, emplearemos una gasa de algodón para proteger los extremos de los instrumentos punzantes.

Sería recomendable separar el instrumental por categorías para un fácil acceso en el momento de la preparación del quirófano: Cirugía de trauma, cirugía de tejidos blandos, neurocirugía, electrocirugía…

Una vez empaquetado, procedemos a la esterilización por medio de autoclave. Ajustando el programa acorde al material a esterilizar (presión, temperatura y tiempo).

Se considera que un paquete no es estéril cuando:

  • Está dañado o abierto
  • Sale húmedo del autoclave o se almacena en un lugar con humedad.
  • Se deposita en una superficie húmeda.

El material que se esteriliza se almacena hasta su empleo conservado en un ambiente libre de humedad y polvo.